viernes, 26 de abril de 2013

Por la Acción Desinteresada



Saludos mis estimados anarquistas sin tonterías,

De nuevo habría de disculparme por la improductividad a la cual he sometido a este espacio mío desde donde os obsequio con reflexiones bárbaras a cada cual más tenaz y acertada, pero lo cierto es que no he considerado que tuviera ningún tema sobre el cual mereciese la pena comentar algo; sobre todo ya hay mucho escrito, y antes de ponerse manos a la obra uno ha de cuestionarse a sí mismo si no hubiera sido mejor callarse. Al fin y al cabo, todo lo que hacemos y decimos tiene el potencial de influenciar a otro, y más nos valdría estar entonces satisfechos con el modo en que vamos a hacerlo o, en caso contrario, estar abiertos a, simplemente, dejarlo estar.

Pero aquí estoy de nuevo, reflotando esta bitácora desde los anales perdidos y polvorientos de vuestros estantes virtuales, proponiéndoos una nueva serie de retos los cuales, quizá, nunca se os han ocurrido a vosotros, al menos no del modo en que voy a plantearlos.

Comenzaremos por uno de estos retos, el que llamo la "acción desinteresada".

La acción desinteresada no consiste necesariamente, como nos hemos acostumbrado a creer, en ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio. Esto sería reducirla a la mínima expresión, y puede esperarse de nosotros, seres nacidos y crecidos en un contexto brutalmente capitalista, que santifica el lucro como el más alto de los valores, y propone el valor de cambio (y no el de uso) como la medida de todas las cosas; pero hay un mundo rico y diverso más allá de este conjunto de despropósitos sobre los cuales se sostiene nuestro sistema económico, y es precisamente este mundo el que nos revela la acción desinteresada. 

Esta acción desinteresada, como espero haberos aclarado, no se centra pues en la caridad, ni siquiera en el prójimo, sino que apunta desde uno mismo hacia todas las cosas. Vivir de un modo desinteresado consiste, por tanto, en moverse hacia los acontecimientos como persiguiéndolos, cual guerrero implacable hace con sus enemigos, por la sencilla razón de que parecen llamarlo a uno. Burlar el pretexto de la excusa como quien no ve en ella más que obstáculos que no buscan sino entorpecer el propio paso, y oponerle por contra una actitud vitalista que propugne la pureza de corazón, la preservación de lo inmaculado del alma, la inocencia o, como dirían esos también barbarísimos angloparlantes, el I don’t give a fuck

Sí, mis entusiastas macarras, he ahí lo importante: saber encarar la vida con alegría y ganas, haciendo gala de un espíritu aventurero, que se atreva a despachar con crudeza a los dos peores enemigos que conoce el género humano: la desidia y la auto-complacencia. 

Si te surge un evento, una misión o un desafío, no te plantees tanto el hecho de si ganarás algo, lánzate a por ello, aunque sólo sea por la experiencia. Y así verás como a ésta le acompañan siempre un conjunto de cosas, a menudo incluso recompensas, que no te hubieras imaginado y que nadie era capaz de predecir con seguridad.


¿Qué saco yo haciendo esto?
En términos materiales nada pero, ¿y lo bien que me lo paso?

Esto que digo se aplica también, faltaba más, al tema de las relaciones sentimentales (que comentaba en uno de mis anteriores escritos), por cuanto sostengo que las más bellas de las mismas no surgen de un modo premeditado y ávido de algún beneficio inmediato (ya sea de satisfacción de alguna carencia emocional, sexual, de auto-estima, o de una combinación de todas ellas), sino por el contrario esas que uno no se espera, que le pillan de improviso como lo hacen los asaltantes de caminos con las caravanas, y es que una vez comienzan, el éxito de su afán es inevitable, y se produce casi por inercia. Es lo que los charlatanes y vende-libros, esos tanto profesionales como aficionados que tanto abundan en el sector de la literatura de auto-ayuda, denominan tener al universo de nuestra parte (conspirando y todo eso).

Yo, como irreductible destructor de imperios, y hombre libre en la medida de mis posibilidades, me niego a aceptar que uno haya de merecerse los favores de alguna entidad superior, ya sea divinidad o influjo cósmico (al margen de cómo mosquean a Crom los pusilánimes, con los cuales no tiene piedad en absoluto y sobre quienes descarga su más espantosa ira). 

Más bien pienso que los conformistas, los cobardes y los canallas, aquellos que no se esfuerzan sino es por una ganancia obvia, y para saciar ya sea sus ansias económicas, sexuales o sus estómagos, aniquilan sin pensarlo siquiera toda posibilidad de asombro, de sorpresa, de maravilla o milagro, y se condenan a la peor existencia de todas: la muy predecible.

Esto es todo lo que tenía que decir por ahora, os agradezco vuestra atención, mis más audaces e impenetrables anarquistas sin tonterías, viva la anarquía sin tonterías… ¡y alabado sea el trono sangriento de Crom!

lunes, 18 de febrero de 2013

Lo peor que nos puede pasar

Saludos mis estimados y estimadas anarquistas sin tonterías,

os escribo con el deseo de transmitiros ánimos en vuestros lances cotidianos. Quiero recordaros que lo peor que nos puede pasar no es vernos obligados a enfrentar la soledad o la deriva sin rumbo sino ser incapaces de enfrentarnos a tales cosas sin el coraje, la alegría y la temeridad de un fiero guerrero bárbaro.

Eso es todo,

viva la Anarquía Sin Tonterías,
alabado sea el trono sangriento de Crom.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Disertación bárbara sobre el amor

Saludos estimados anarquistas sin tonterías,

largo tiempo ha pasado desde que os escribí por última vez, y espero que no me hayáis olvidado. Algunas desaveniencias con la Reina de la Costa Negra Bêlit, un tanto celosa a causa de la presencia de la feroz diablesa hirkania Red Sonja en nuestra última aventura, y de nuestros mutuos intercambios de alabanzas a las dotes guerreras del otro (más allá de tales cortesías no llegaríamos a nada, pero eso a Bêlit le trae sin cuidado), me han hecho reflexionar sobre el peliagudo tema del amor.

Tanto mi propia experiencia en la materia como la de quienes han tenido la gentileza de compartir sus anécdotas conmigo (algunas del todo incomprensibles para mí), normalmente entre jarras de vino y tapas de aceitunas partías (pues es de rigor tratar los asuntos románticos según merecen), me han llevado a la conclusión de que existen generalmente dos tipos de persona en cuanto a la actitud con que enfrentan la problemática amorosa, con ninguna de las cuales yo me identifico demasiado, pero son, a saber, la idealista y la pragmática.

La primera apunta a lo perfecto, según lo marca, claro, su ideal previo (existen muchos pero todos tienen en común pretender un mundo donde se puede tener lo agradable sin lo desagradable, el placer sin el dolor, la alegría sin la tristeza), el cual le dicta aquello con lo que no puede transigir, y sufre de terribles dolores de cabeza a razón de sus propios fallos e incoherencias. Parece efectivamente complicado exigirse a uno mismo lo mismo que uno exige a los demás, de modo que ante el error propio solo cabe la culpa o la auto-indulgencia. Ambas me desagradan. Ni me gusta sentirme culpable por lo que hago, ni me interesa volverme blando y acabar justificando un acto que mi consciencia considera reprobable por evitarme molestias. Además, ve sexismo y desequilibrio de poder en todas partes, lo que en el mejor de los casos interpreta como el efecto en la vida cotidiana de estructuras socioculturales nefastas —ello puede conducir, desesperación mediante, al transfuguismo, al no hallarse solución respecto de tal desbarajuste—, y en el peor de los casos como consecuencia directa de su propia incapacidad de superar el condicionamiento impuesto —cosa que también podría conducir al transfuguismo en un momento especialmente derrotista
—. Ninguno de mis conocidos idealistas se salva de los ortopédicos dilemas que le supone su postura.

El segundo tipo de persona, el pragmático, ha acogido con aceptación, o incluso con resignación, un modelo relacional preconfigurado y probado de antemano, que da resultados tangibles aunque no necesariamente boyantes. Se conforma con lo que hay, aún cuando trate de dignificarlo. Procede en ocasiones, como hemos visto, del sector idealista, que no obstante ha abandonado en pos de abrazar un modus vivendi que le provoque menos disgustos. Estar en contra de algo acaba pasando factura antes o después.

El tipo pragmático se subdivide, a su vez, en básicamente otras dos subclases: el honesto y el mentiroso. Mientras que el primero trata de ajustarse al funcionamiento elegido con honradez, a pesar del aburrimiento que frecuentemente supone, el segundo es un hipócrita que exige pero no aporta, que pide pero no concede, que se lo pasa teta creyéndose muy listo entre engaño y engaño, olvidándose del aislamiento absoluto al que lo condena su doble moral, perdiendo toda oportunidad de ser amado pues, al no poder mostrarse tal cual es, nadie lo conoce ni puede apreciarlo en gran medida. Es un jinete desorientado y sin caballo, que habiéndose desviado del camino a casa, ha renunciado a toda búsqueda de sentido y ahora vaga sin rumbo ni propósito por tierras frías e inhóspitas.

Si los pragmáticos, en general, perciben el sexismo y lo ignoran o no sabrían verlo ni aunque se lo plantaran frente a las narices colgando de un palo y hediendo a muerto de hace dos semanas, es una cuestión que permanecerá sin resolver. Pero de que lo reproducen sin mácula una y otra vez a lo largo de sus vidas, no me cabe la menor duda. Si existe alternativa, ellos no la conocen.

En cuanto a mí, en fin, soy un bárbaro. Me hallo en perfecta sintonía con mis instintos animales, que son en quienes confío, y aunque no podría describirme como idealista, tampoco diría que soy pragmático. Más bien estudio a ese conjunto de alocadas pasiones, contradicciones, logros y derrotas que es cada una de las furias de quienes me enamoro, y actúo según lo creo conveniente, sin mentiras pero también sin revelar jamás mis deseos de cambio, influyendo, eso claro, en el devenir de los acontecimientos según me lo permiten las circunstancias, sin estancarme ni tampoco forzar la máquina.Y es que quizá lo que me sucede es que tengo fuertes tanto el lado idealista, como el pragmático.

Por ahora, esto es todo lo que tenía que decir, con lo que espero satisfacer vuestras ansias de conocimiento, mis más queridos guerreros y guerreras,

hasta la próxima, y recordad

¡viva la Anarquía Sin Tonterías!,
y alabado sea el trono sangriento de Crom.


domingo, 13 de enero de 2013

Cartas de los lectores #3.

Saludos amigos anarquistas sin tonterías, 

me dirijo a vosotros en un frío pero soleado día de esta vida mía por tierras siempre extranjeras, para comunicaros con alegría, un asunto de suma importancia —tanta que durante la redacción de mi comunicado han salido del teclado y hacia mi cara varias teclas despedidas, entre ellas, por supuesto, la primera letra de joder, con toda seguridad a razón de la euforia y poder con que mis temibles dedos las acariciaban, no sé si enamoradas o aterrorizadas—: un emisario de mis aliados me ha hecho llejar la carta de un guerrero turanio que se identifica con nuestra causa y nos envía no solo sus sinceros apoyos sino también la interesante reflexión que os adjunto a continuación. Que la disfrutéis, en nombre de Crom.

Saludos hiperbóreos, cimmerio.

Por azar ha llegado hasta la mazmorra donde estoy cautivo un pergamino con tus escritos y he decidido contarte mi historia para sugerirte con ello una nueva reflexión. Espero que sepas disculpar mi invasión con esta cuestión y el si no lo hago en el sitio adecuado.

Mi nombre es Khassar, soy turanio y desde muy joven he vivido experiencias que volverían loco al ser más impenetrable emocionalmente, sin embargo he sido dotado por los dioses de un sentido del humor y una socarronería excelentes, que me ayudan a sobrellevar los avatares de la vida con serenidad y con ironía.
Por uno de esos avatares, vine a ser cautivo de las mazmorras de Messantia, donde tras unos años de encierro en soledad el destino me trajo dos compañeros que comparten mi cautiverio en esta húmeda y oscura fosa.

Con el primero (un zamorio llamado Volmana) enseguida congenié, también goza de un humor magnífico y su vida, al igual que la mía, no carece de los más duros golpes, tanto sobre el cuerpo como esos otros golpes que atraviesan la piel y torturan mente y alma con el fin de arrastrar a la locura.

Mi segundo compañero, un turanio llamado Ascalante, vino a hacernos compañía unos meses después de que viniera Volmana y no había sido bendecido por los dioses con la actitud ante la vida que mostrábamos este y yo, más bien recelaba de nosotros por parecerle que debíamos ser demasiado frívolos o inconstantes. Ascalante nos relató una vida entre algodones y pergaminos, donde lo más terrible que le había pasado fue tropezar con una rata y tener la mala fortuna de caer sobre la favorita del rey en la procesión del culto a Mitra, razón por la cual se hallaba en las mazmorras junto a nosotros.

Ya desde el principio se manifestaba molesto por nuestras conversaciones animadas o nuestros chistes y solía recriminarnos aludiendo a nuestro carácter primitivo y exaltando su civilización y su instrucción como escriba del rey, lo cual, según él, le daba derecho a estar por encima.

Tengo que decirte, bárbaro, que a Volmana y a mí nos daba más bien lástima, porque lo veíamos día tras día sumirse en su frustración y maldiciendo en todo momento.
Hasta que una mañana, después de habernos traído el mendrugo de pan y el jarro de agua del desayuno, Ascalante se volvió loco y trató de atacarme por la espalda, sin caer en la cuenta de que los grilletes le impedirían avanzar y cayó hacia atrás desnucándose y muriendo en el acto.

Volmana y yo continuamos en la mazmorra, seguimos aliviando nuestra desgracia con nuestro humor y nos preguntamos si el carácter agriado y condescendiente de Ascalante podría venir condicionado por una vida vacua y sin experiencias propias; si el haberse revestido con las experiencias de otros, a través de sus lecturas, en lugar de las suyas propias pudo haberle suscitado tales prepotencia y desprecio por los que no hemos pisado una biblioteca en nuestra vida.

Mi compañero y yo no somos exactamente optimistas, bárbaro, si algo sabemos es que por muy mal que vayan las cosas estas aún pueden ir a peor, pero no renunciamos a tomarnos las cosas con ironía y a reírnos de nosotros mismos y nuestras desgracias como el bálsamo que precisamente las alivie.

Pues aquí queda hecha la pregunta: ¿Es la falta de vivencias y el exceso de experiencias ajenas adquiridas a través de las lecturas lo que otorga esa personalidad tan desaboría?

Salud Bárbaro, por la Anarquía sin Tonterias.

Alabado sea el trono sangriento de Crom!!

Firmado:
Khassar el turanio.

Y respondiendo a la pregunta que la carta planteaba, que por poco se me olvida:

"¿Es la falta de vivencias y el exceso de experiencias ajenas adquiridas a través de las lecturas lo que otorga esa personalidad tan desaboría?"

Mi estimado Khassar de Turania,

comparto todo lo que enuncias en tu carta, en especial tu llamada al desarrollo de un sentido del humor todoterreno, y podría darte la razón sino fuera porque, durante mis andanzas, me he cruzado con toda clase de piratas, bárbaros, guerreros, bellacos y ex-presidiarios (y a menudo una combinación de varias o de todas las citadas a la vez), que habiéndose hallado en situaciones adversas, se decantaron por la lectura como forma de aliviar el tiempo y aprovechar las horas en lugar de malgastarlas en preocupaciones de marras.

Estos salvajes y rufianes, aún a pesar de su carácter indomesticable, eran capaces de compaginar su idiosincrasia personal con el disfrute de la lectura. Así aprendían de lo grande, a menudo sobre cómo pensaba el enemigo, y aun más importante, sobre cómo hacerse más fuertes y poderosos de lo que ya eran, con el objetivo de salir de su aprieto renacidos, más seguros que nunca de sí mismos.

Estos que fueron algún día mis compañeros, caminan probablemente aún por la tierra, permanentemente alerta, feroces como tigres de dientes de sable, pero en paz consigo mismos, pues saben que entienden tanto lo que defienden como lo que combaten.

Pero respecto a lo que dices de la experiencia, una vez más asiento sacudiendo mi melena al ritmo del metal: la falta de experiencias propias, y la ausencia de un contacto directo con la vida que le permita a uno aprender y formarse realmente, conducen a un carácter efectivamente desaborío.

Así lo veo yo, compañero. Podría estar equivocado pero como sabes, en el fondo me da igual.

Un fuerte abrazo y mis mejores deseos,

saludos anarquistas sin tonterías para todos,

alabado sea el trono sangriento de Crom

viernes, 11 de enero de 2013

Simpática arenga

Saludos mis estimados anarquistas sin tonterías,

Os escribo para animaros a seguir con vuestra labor de difusión de la Anarquía Sin Tonterías, la única real y posible.

Es cierto que vivimos tiempos nefastos, de carácteres suaves y blandos, donde valores como el del combate cuerpo a cuerpo y el honor se han perdido. Donde individuos y grupos prefieren delegar en líderes de dudosas intenciones en vez de auto-organizarse, capacitarse y defenderse por sí mismos. Donde se denomina lucha a la pura mendicidad.

Un mundo donde ejércitos privados financiados por corporaciones de mercaderes somete a la población civil a fuerza de terror y represión sistemáticamente ejercidos, sostenidos, claro está, por sus cárceles y sus armas de fuego.

Pero esto tiene que terminar. Se requiere pensar de otro modo, sentir de otro modo, actuar de otro modo. ¡Ya está bien de rezongar y dejar las cosas para mañana! Nuestra vida tiene lugar aquí y ahora, ¡hoy! Y aquí y ahora hoy hemos de aprender a descubrir nuestras propias fortalezas y debilidades, y enfrentarnos a ellas para ponerlas a prueba y llegar a conocernos a nosotros mismos pues, ¿quien si no es nuestro peor adversario ante la dificultad?

El miedo, las inseguridades y la procrastinación proceden todos de dentro, ¡ningún rival por fuerte que sea igualará ese fatalismo que a veces nos carcome y aniquila nuestras ansias de vivir!

Y será alegres y despiertos como caeremos encima de nuestro enemigo, aplastándolo sin piedad, y por Crom que más le valdrá entonces no volver a levantarse, porque entonces lo aplastaremos dos veces.

Por ahora es todo, amigos anarquistas sin tonterías.

Viva la Anarquía Sin Tonterías, alabado sea el trono sangriento de Crom.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Al ver que todos se habían vuelto locos

Saludos a todos mis queridos anarquistas sin tonterías,


me gustaría referiros una anécdota de mis tiempos mozos cuando a punto me hallaba de conocer a la que sería el amor de mi vida, Bêlit la gran capitana pirata, y que aquí le narro al buen capitán de un barco justo tras aterrizar de un salto en mitad de la cubierta de su nave. Espero que sepáis ver en mis actos y palabras el ejemplo de lo que significa la Anarquía Sin Tonterías. Alabado sea el trono sangriento de Crom.


"La noche pasada, un capitán de la guardia del rey se pasó de la raya con la amada de cierto joven soldado en una tasca de Messantia, quien por supuesto le ensartó. Pero, al parecer, hay una maldita ley en contra de matar a los guardias, por lo que el joven y su chica se dieron a la fuga.

Se corrió la voz de que me habían visto con ellos antes... y me llevaron a rastras ante un tribunal.

El juez me preguntó por el paradero del muchacho. Le contesté que no lo podía traicionar, ya que era mi amigo. La ira del tribunal aumentó y el juez me soltó un sermón sobre mis deberes para con el Estado y la sociedad, y otras monsergas que no entendí. Me conminó de nuevo a revelarle adónde había huido mi amigo. Pero esta vez yo estaba muy enfadado, porque ya le había explicado mi posición. Me tragué el enfado y mantuve la calma.

Entonces, el juez me dijo que había cometido delito de desacato contra el tribunal y que me pudriría en un calabozo hasta que traicionara a mi amigo.

Al ver que todos se habían vuelto locos, decidí que había llegado el momento de marcharme.

Me apoderé de las llaves de mis grilletes..., me abrí paso por la sala de justicia..., y en cuanto me hube soltado, salté al estrado del juez, donde descansaban mi espada y mi casco.

Espada en mano, aseguré mi retaguardia. Después eliminé al juez. Tomé prestado el semental del gran condestable... y cabalgué por los muelles de donde creía que zarpaban las naves con rumbo a tierras extranjeras."

La Reina de la Costa Negra, adaptado del relato de Robert E. Howard, por Roy Thomas.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Cartas de los lectores #2.

Esta es la respuesta que le di en un importante medio de comunicación anarquista a un individuo (y quizá futuro compañero) con ideas reaccionarias que se quejaba del exceso de 'fantasía' en mis escritos:

La fantasía se extiende allá donde mires. Todo aquello en lo que crees, sea por inercia o por voluntad propia, podría ser considerado fantasía por otros.

Mientras algunos escogen tomar de ejemplo a esas entidades supuestamente reales que les llegan a través de las proyecciones que emiten extraños artefactos eléctricos cuya programación controlan grupúsculos de dudosas intenciones, otros, hartos de que sean los demás quienes nos dicten a qué dioses o demonios odiar o adorar, escogemos los nuestros propios y, jurándoles lealtad, los honramos con nuestro acto y palabra.

Si quieres fomentar la existencia de un mundo libre habrás de saber convivir con gentes de diferentes lenguajes y, siempre y cuando lo que digan no se oponga a tus intereses (o a que tu mismísima cabeza continúe sobre tus hombros), respetarlas.

Viva la Anarquía Sin Tonterías. Alabado sea el trono sangriento de Crom.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Cartas de los lectores #1.

La compañera y sacerdotisa de Mitra Iñiga Maza nos planteaba la siguiente cuestión:

Como siempre, cimmerio de ojos acerados tus palabras contienen la sabiduría de los dioses. Pero (y a falta de que abras un consultorio hyperboreo popular) mi condición de doncella vestal de Mitra exige que en mi iniciación me sea colocada una argolla de acero en la napia y como para mis meditaciones suelo ejercitar mi dedo índice moldeando cascarrias (pelotillas de la nariz, bolillas de plastilina biológica, píldoras escrecentes),necesito de tu sabio consejo para saber como afectaría este particular a mi relajante afición y si en este caso quizá sería mejor que me pasara a la cofradía de vírgenes casquivanas de Seth que solo exigen que me tatúe una serpiente, con tinta de calamar y punta de obsidiana, en el cráneo afeitado

Saludos mi estimada sacerdotisa y simpatizante de la Anarquía Sin Tonterías Iñiga Maza,

te agradezco tanto tus cumplidos como tu incansable compromiso con nuestra doctrina sin tonterías.

Responder a tu pregunta con palabras en lugar de con mis siempre elocuentes gruñidos no será tarea sencilla, si bien lo parecerá una vez lo haya hecho.

Concéntrate no tanto en la argolla como en quien te lo exige, y pregúntate a ti misma si tu interés en el culto a Mitra justifica tamaña barbaridad. ¿Te identificas hasta ese punto con tu culto al dios del fénix como para modificar un hábito por él (véase alterar el hecho de que llevas viviendo bastantes años sin argolla y a partir de ahora lo harías con ella?

Y si no fuese por requisitos religiosos, mujer, ¿crees que habría otra razón que te empujase a hacerlo? Porque la respuesta podría ser positiva, y entonces te aconsejaría que siguieras adelante. Pero también negativa, ante lo cual te animaría en contra. Y lo mismo con cualquier otra cosa, independientemente de lo extravagante, rara o bruta que pueda parecerle al común de la población civilizada y corrupta.

No importa lo que hagamos durante el transcurso de nuestra vida, tarde o temprano siempre vendrá alguien a juzgarlo como absurdo, innecesario y/o ridículo, probablemente sin conocer nuestras motivaciones personales y aún peor, creyendo que su opinión nos importa. Sin embargo, tal cosa no debería, ni por un instante, amedrentarnos. En este sentido, el problema no sería la argolla en sí, como tampoco lo sería raparte el cráneo y tatuarte una serpiente encima, sino preguntarte a ti misma si tales acciones concuerdan con tu auténtica voluntad e identidad o no. Estoy seguro de que existen bichos raros a los que asquearía matar enemigos y empaparse en la sangre de traidores y cobardes desde la salida del sol hasta el atardecer, y no obstante, eso no convierte tan digna tarea en aberración. Sólo significa que no han sentido la llamada de Crom ni conocen el secreto del acero. De manera que si el culto a ese dios te ha sido impuesto por alguien, sacúdele a ese alguien lo más fuerte que puedas por la espalda y lárgate a donde te de la gana. Pero si estás convencida de tus creencias, déjate de excusas y plántate la argolla gritando a toda voz: ¡POR MITRA Y SUS COJONES!

Si el problema que te acucia tiene más relación con tu práctica de la meditación, te pregunto: ¿es el ejercicio de hurgarte la nariz completamente necesario para la misma?

Recuerdo que cuando empecé a meditar sufría dolores terribles en los empeines. Pero estaba seguro de que algún día dejaría de sentirlos. Así fue. Un año y medio más tarde descubrí que por carecer de instructor experto en la materia , había cometido un error y me había causado una lesión de rodilla. No me importó. Cambié la postura y seguí con mis meditaciones. Y así hasta el día de hoy. Enfrentarme al dolor con actitud estoica me ha ayudado mucho en mi vida, por ejemplo enseñándome a controlar mis impulsos de aplastar enemigos también en situaciones inoportunas. Ahora soy un bárbaro más relajado y reflexivo.

En fin. Conciliar a Mitra con la argolla y tus meditaciones, he ahí tu misión, compañera. Ya nos contarás qué tal.

Espero haber resuelto tus dudas. Queda así inaugurada queridos compañeros y para vuestro deleite la sección de CARTAS DE LOS LECTORES.

Sin más, un saludo anarquista sin tonterías.

Alabado sea el trono sangriento de Crom.

Nuevo comunicado

Compañeros Anarquistas Sin Tonterías,

me dirijo a vosotros con un nuevo comunicado que considero especialmente importante en nuestra formación como salvajes e implacables guerreros capaces de matar al enemigo.

Algunos puntos que me gustaría tratar son los siguientes:


El tabaco y el alcohol


El mayor peligro del tabaco no se encuentra en él mismo, sino en los aditivos de los cigarrillos. Aquellos que utilizamos el humo de esta planta (y de cualquier otra combinable) para conectar con nuestros dioses y demonios particulares, haremos bien en recordar que sólo alterando nuestro hábito tabaquero en pro de manufacturar nuestros propios cigarrillos directamente a partir de puro tabaco ya estaremos aliviando a nuestros pulmones. ¡Y hemos de estar en forma para la batalla!

Ni siquiera tenemos que dejarlo. De paso, habremos cesado de financiar a las espantosas compañías de cigarrillos responsables de tantas atrocidades a las que nos oponemos.

El alcohol afecta negativamente a la síntesis de proteína, y por tanto, al desarrollo de nuestros músculos, que puede verse seriamente perjudicado. Es evidente que rememorar con nuestros camaradas nuestras hazañas en el campo de batalla con una estupenda jarra de hidromiel, cerveza o buen vino no tiene punto de comparación con hacerlo con zumo de manzana, pero dejemos por tanto esta costumbre para las ocasiones especiales y no la despreciemos convirtándola en rutina. ¿O acaso queremos enfrentarnos flácidos al enemigo?


La meditación

¿De veras creéis que un aire meditabundo como el de mi ceño fruncido se consigue por ciencia infusa? Probablemente los genes tengan algo que decir, pero desde luego es sobre todo el modo de vida que uno lleva el que marca sus facciones y les da ese aspecto que el enemigo teme.

Así, pues, practicad la meditación.

Sentarse sin hacer nada con la espalda sobre un tronco liso (o rugoso, áspero y cubierto por espinas afiladas, si es menester) bastaría para empezar. Pero sin hacer nada de verdad. No dejéis que vuestro cerebro permanezca ronroneando sin control, ¡es un grave error, compañeros! Al principio sucederá, de todos modos, pero eso habréis de cambiarlo progresivamente. Podéis escoger un pensamiento concreto y ahondar en él interminablemente hasta que finalice el tiempo que habéis escogido para vuestra práctica. Proporcionáos una buena y agradable postura y retáos cada día a pasar más tiempo en ella sin hacer nada más que ajustar vuestra respiración de un modo rítmico y equilibrado.

No lo hagáis con la barriga llena, ni tampoco frente al cansancio mortal, pues sólo querréis terminar cuanto antes y de nada valdrá forzaros entonces.


Deporte y artes marciales

La actividad física es fundamental. Mantenerse activo, practicar artes marciales, realizar ejercicio en casa, evitar la fatiga por todos los medios, son requisitos fundamentales de la dura vida bárbara. Que tu profesión o tus aficiones te requieran esfuerzo físico y movimiento te beneficiará a corto, medio y largo plazo. En mi caso particular, puedo afirmar con orgullo que mi condición de mercenario norteño reúne todas estas excelentes cualidades, lo cual facilita que me dedique a ello a jornada completa.


Profesión y habilidades

Como los auténticos guerreros de todas las épocas, compañeros, hemos de cultivar nuestras habilidades con esmero, escoger aquello que nos gusta y dedicarnos a aprenderlo con paciencia, cariño y constancia. Basta ya de inmediatismos ridículos. La excelencia se consigue con la práctica.

Piensa en el tipo de personas con las que te gustaría vivir y que más falta te harían si tuvieras que formar una comunidad aislada y autosuficiente y luego razona si te parece que tu serías una de ellas. Si la respuesta es negativa, amigo Anarquista Sin Tonterías, ¿a qué esperas para cambiarlo? ¡Hazte útil para ti mismo!


Por ahora, esto es todo lo que tenía que decir. Alabado sea el trono sangriento de Crom.

lunes, 3 de diciembre de 2012

La Tríada del Cambio

Saludos, mis estimados y aguerridos Anarquistas Sin Tonterías,

el esfuerzo ha dado sus frutos y he de deciros que este tiempo que me he tomado de pausa entre publicaciones no ha sido en vano. He podido elaborar una síntesis perfecta del pensamiento Anarquista Sin Tonterías, que con un enunciado compuesto por 3 sencillas afirmaciones resume con claridad nuestra filosofía, y que nos permitirá explicarles a otros potenciales Anarquistas Sin Tonterías de qué va la vaina. A estas tres sentencias las he denominado la Tríada del Cambio. Son las siguientes:

¡Abajo todo!
¡Arriba todo!
¡Abajo todo otra vez!

Esta tríada nos habla de la naturaleza dinámica de los acontecimientos y de la imposibilidad de la stasis y de paso justifica nuestra necesidad de traer la barbarie a cada posible intento civilizatorio y matar enemigos.

El estancamiento es para los muertos, compañeros, ¡no nos dejemos engañar por promesas burguesas! ¡Desafiemos a los elementos y a nosotros mismos, probemos de qué pasta estamos hechos!

¡Viva la Anarquía Sin Tonterías! ¡Alabado sea el trono sangriento de Crom!

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Libertad

La libertad no nos será concedida, compañeros. La conquistaremos o no la conquistaremos. Porque la libertad es un hecho, no un derecho.

¡Seamos libres en nuestros propios términos y en los de nadie más!

¡Viva la Anarquía Sin Tonterías! ¡Alabado sea el trono sangriento de Crom!

¿Anarquía es orden?


La barbarie es el estado natural de la humanidad [...] La civilización, en cambio, es artificial, es un capricho de los tiempos. La barbarie ha de triunfar siempre al final.

Más allá del Río Negro
, traducción de Fernando Corripio, Editorial Bruguera, 1973. Robert E. Howard.


Saludos, amigos Anarquistas Sin Tonterías,

 ¿qué es eso de que la Anarquía es Orden?

Resulta que hasta los mismísimos defensores de la libertad nos han querido educar en el orden y en las buenas formas, con objeto de hacernos formales y presentables a la hora de introducir nuestro producto a las masas, de poder colárselo quizá a algún incauto consumidor que, un día cualquiera, sale a la calle con la cesta de la compra vacía y se vuelve a casa sindicalista y concienciado con el proletariado y las clases populares. Mira, Mari, lo que he pillao de oferta en el súper.

¿Y sabéis qué os digo?

¡Dejemos la delicadeza y las buenas formas para los juegos de alcoba!

¡A la mierda con el producto! ¡A la mierda con el orden! ¡A la mierda con el buen rollo!



La Anarquía Sin Tonterías no es orden sino caos. Es una vida libre y auténtica en el fragor de la batalla, en ausencia total de regulación social. Los Anarquistas Sin Tonterías no queremos ser administrados, ni controlados de ninguna manera. Los Anarquistas Sin Tonterías queremos campar por el mundo a nuestras anchas, disfrutando de la buena compañía de leales amigos, ardientes mujeres y buen vino, amparados únicamente por los caprichosos dioses, las 5 leyes fundamentales y nuestro propio manejo del acero. Ya lo dijo aquel otro bárbaro tan cojonudo: "Vale más un instante de vida verdadera que años vividos en un silencio de muerte".

Soy un Anarquista Sin Tonterías, no un ciudadano comprometido ni ninguna otra blandura civilizada. A mí lo que me gusta es matar enemigos, verlos destrozados y todo eso. Volverme a casa contento de no haber tenido que seguirle el rollo a esos malditos burócratas de todo pelaje que son quienes aquí y allá y en cualquier parte sostienen la sartén por el mango. Ellos mandan, compañeros, y seguirán haciéndolo mientras permanezcamos moviéndonos por los cauces de su enredado y terriblemente liante sistema. Nos aseguran que son los únicos que existen, ¡y lo peor de todo es que nos lo creemos!

No dejemos que nos la metan doblada. Salgamos de sus circuitos. Creemos nuestras propias vías. Ataquemos con nuestras propias armas. Aplastemos sus cráneos. Corrompamos a sus hijos e hijas. Hagámosles temer nuestro nombre. ¡Que aprendan a temblar ante la mera insinuación de la Anarquía Sin Tonterías!

Saqueemos sus castillos y fortalezas, celebremos sus gritos de disgusto, hagámosles el vacío. Esos monstruosos parásitos viven a costa de consumirnos, marearnos y confundirnos. ¡Démosles su merecido!

Y en el nombre de Crom, ¡que nuestra venganza sea el fuego que los consuma por toda la eternidad! ¡Que nuestros filos sean los mordiscos de esos demonios que han esquivado ya por demasiado tiempo! ¡Que nuestra ira los haga pedazos!

¡Obliguémosles a enfrentarse a ese constante terror que tanto han contribuido a generalizar! ¡Hagámosles lamentar que su poder se haya sostenido siempre sobre pilares virtuales y el hecho de que, por sí mismos, carecen por completo de herramientas para defenderse!

Aquellos que en la política llegaron lejos, ¡de una hostia llegarán aún más lejos!
Aquellos que enchufados ascendieron rápido, ¡de una patada ascenderán aún más rápido!
Aquellos que a costa de la explotación ajena subieron alto, ¡explotando ellos mismos subirán aún más alto!

Por supuesto, a los de menor importancia en la pirámide de poder es de rigor ofrecerles la oportunidad de unirse a nosotros en nuestra lucha sin cuartel. ¡Pero a aquellos entronados mamones que solo ven amenazado su cargo cada cuatro años cuando toca renovar el decorado del parlamento, a esos mequetrefes sin corazón ni sangre en las venas, haremos probar el beso mortal de nuestro acero implacable!

¡Viva la Anarquía Sin Tonterías, compañeros! ¡Alabado sea el trono sangriento de Crom!

lunes, 19 de noviembre de 2012

Programa social del Anarquismo Sin Tonterías

En este artículo me gustaría hablaros del programa social del Anarquismo Sin Tonterías... ¡no tenemos ninguno!

El Anarquismo Sin Tonterías sabe tomar en consideración a todo el mundo, pero no tanto según sus necesidades como según sus capacidades. Porque, por lo general, los individuos suelen poseer más de las primeras que de las segundas, y eso no nos sirve para nada, compañeros.

A un Anarquista Sin Tonterías no le interesa servir a la causa de nadie más que a su voluntad personal y a la Anarquía Sin Tonterías, las cuales para el verdadero Anarquista Sin Tonterías son una misma cosa. Y tanto amigos como enemigos pueden medirse por el mismo rasero, si se sabe aplicarlo con sensatez e inteligencia.

Recordemos ahora aquellas sabias palabras que me dijo mi padre en mi juventud durante los primeros minutos de mi película:




"Porque en nadie, en nadie de este mundo puedes confiar. Ni en un hombre ni en una mujer ni en un animal. En esto (el acero) sí puedes confiar."


Como sabemos que sería improcedente negar la participación en la toma de decisiones a los imbéciles, y por el gran subjetivismo que supone la clasificación de unos sujetos por parte de otros, aplicamos con gran alegría la Ley del Poder Verdadero (descrita en el Manifiesto Anarquista Sin Tonterías) y los aplastamos a toda prisa, antes de que les de tiempo a abrir la boca. Así terminamos de un sablazo con toda posibilidad de injusticia.

Por otra parte, quienes suelen exigir más de lo que pueden aportar se transforman en un problema social, cosa difícil de resolver cuando no hay sociedad ninguna para ocuparse de ello. ¡Y los Anarquistas Sin Tonterías lo celebramos!

A quien se le ocurra comentar que una propuesta política ha de proporcionar a los ciudadanos vías factibles hacia la resolución del conflicto social, lo parto en dos con mi espada.

 ¿Qué es eso de conflicto social? ¿Acaso no es la vida en sociedad siempre constante conflicto? Además, ¿quién dice que la Anarquía Sin Tonterías es una propuesta política? ¡Es nuestro estilo de vida! ¿Y qué significa eso de "los ciudadanos"? Nosotros no somos ciudadanos, sino bárbaros. Sabemos que estamos solos en la calle y en la carretera, en el desierto y en el bosque. Nadie vendrá a defendernos del peligro que nos acecha en la oscuridad tras cada esquina: tan solo de nosotros mismos depende nuestro éxito o fracaso definitivo. La muerte nos acompaña y algún día se nos llevará. Eso es todo.

La Anarquía sólo es Sin Tonterías cuando carece de una estructura social duradera y fundamental que busque prolongarse en el tiempo artificialmente ignorando el carácter continuo de los fenómenos en la naturaleza.

En otras palabras, que no tenemos responsabilidades para con nadie. Hacemos lo que nos da la gana, siempre ateniéndonos a las 5 leyes fundamentales. Porque no nos queda otra. Todo lo demás es pura moralina, compañeros. Cantos de sirena para anularnos e idiotizarnos, haciéndonos sentir culpables por dinámicas con las que no tenemos nada que ver y que ni siquiera entendemos, a la par que convirtiéndonos en víctimas de los acontecimientos en lugar de sus agentes directos.

No queremos una vida de borregos, compañeros, ¡sino de lobos!

¡Viva la Anarquía Sin Tonterías!

¡Alabado sea el trono sangriento de Crom!

Lucha sin cuartel


¡Saludos Anarquistas Sin Tonterías!

Espero que os vaya bien en esta ardua tarea que es la difusión de nuestras ideas en un mundo cada día más posmoderno y lamentable, donde prima de un modo incomprensible el cacareo académico y artistoide sobre el grito de guerra y el elocuente silencio de la fuerza bruta que lo sigue.

Ahora, el ejemplo de las democracias nórdicas —esas que supuestamente funcionan tan bien—, ha puesto de manifiesto que existe un creciente movimiento de jóvenes inofensivos y charlatanes que practica la "performance" —o se desnudan en el campus universitario delante de guardias de seguridad y llaman acción revolucionaria al uso público del consolador y la toma sin prescripción médica de fármacos y hormonas— que puede ser ignorado con toda certeza por los poderes fácticos, por cuanto no supone amenaza alguna más que para los nervios de los orondos consumidores de cocaína que cobran por el mantenimiento del orden público y el apalizamiento ocasional de algún inmigrante, excluido, su señora, o de cualquiera que pasara por delante durante sus más que frecuentes e inoportunos cruces de cables.

Esta gente no nos interesa. Ni los capullos intelectuales ni esos matones a sueldo que malviven a costa de rascarse las sienes preguntándose cuándo exactamente se les permite el uso de la porra o que aprovechan despóticamente su cargo para deleitarse con el abuso de las presas que capturan. No. Al Anarquismo Sin Tonterías no le interesan esos cobardes de mierda. Nos oponemos a los terroristas del Estado como nos oponemos a los aburguesados tontainas que se le enfrentan con discursos snob, montajes visuales estúpidos y desnudos gratuitos.

Compañeros: El moderneo ha de ser aniquilado con tanta celeridad como el rancio autoritarismo castrante de los herederos de los franquistas. Tanto nos da Rouco Varela que Almodóvar, todos forman parte de ese circo casposo que es el principal enemigo de la Anarquía Sin Tonterías.

La única verdadera oposición somos nosotros, hermanos. ¡Es nuestro acero! Desde aquí os mando mis más sinceras palabras de ánimo a todos aquellos capaces de mantener el tipo en la lucha sin cuartel contra esta podrida pero perfumada sociedad en decadencia.

¡Coraje, guerreros! ¡Viva la Anarquía Sin Tonterías! ¡Alabado sea el trono sangriento de Crom!

sábado, 17 de noviembre de 2012

Lo mejor de la vida

¡Saludos otra vez, amigos Anarquistas Sin Tonterías! Es cierto que algunas ocasiones merecen ser celebradas con un discurso, y el comienzo de este proyecto para hacer realidad la Anarquía Sin Tonterías es una de esas ocasiones. Por ello, algunos compañeros del Círculo de Estudios Ácratas "Conan el Cimmerio" y yo hemos grabado esta película documental directamente para vosotros. En ella se explica de un modo didáctico y ameno la cosmovisión que subyace tras nuestro hermoso proyecto. ¡Disfrutadlo!



Difundiendo la idea

Saludos a todos, valientes y aguerridos Anarquistas Sin Tonterías,

os escribo para trasmitiros las buenas nuevas que nos brinda este fin de semana pos-huelga. Espero que hayáis matado muchos enemigos. Casi estamos a domingo pero, como sabéis, un bárbaro no descansa nunca porque, además de descansar todos los días un poco, duerme siempre con un ojo abierto y la mano en la empuñadura de su afilada espada, lo cual lo mantiene constantemente activo y alerta, aguardando sin temor al enemigo o al amor. Bueno, al grano:

Nuestra propuesta fue publicada originalmente en un importante medio de comunicación anarquista.

Aunque acogida con total entusiasmo por parte de la mayoría de los rebeldes, no tardaron en surgir voces derrotistas y contra-revolucionarias, demostrando una vez más que lo que decimos tiene sentido: la pluma sólo es tan poderosa como la espada cuando se sabe usarla del mismo modo.

Y es que no importa lo excelente que sea un planteamiento, hermanos, tarde o temprano aparecerá algún soplagaitas con la intención de refutarlo, a menudo empleando como arma poco más que eso que llamamos sentido común y que no tiene ni base científica, ni empírica, ni de ninguna otra clase, y que no es sino un simple engaño cuyo objeto es mantenernos domesticados y obedientes para el provecho de lechuguinos y tontainas varios.

¡Pero no lo permitiremos! ¡No nos dejaremos engatusar más ni con argumentos ni con retórica de ningún tipo! ¡Se acabó el filosofar! ¡Se acabaron las discusiones de salón! ¡Es hora de pasar a la acción!

Haciendo caso omiso de cobardes y detractores, los Anarquistas Sin Tonterías seguiremos adelante con nuestro proyecto. Pase lo que pase, y digan lo que digan, no podrán pararnos, porque no nos entienden, ni nos pueden entender... ¡y es que no hay nada que entender! ¡Sólo Anarquía Sin Tonterías!

¡Viva el Anarquismo Sin Tontería, compañeros!

¡Alabado sea el trono sangriento de Crom!

jueves, 15 de noviembre de 2012

Presentación del proyecto

Anarquía Sin Tonterías es un proyecto que me llega por inspiración de los dioses en la tarde del 14 de noviembre de 2012 de la Era Común, día de Huelga General en España, Portugal, Grecia, Italia y Bélgica, feliz augurio. Otros países de Europa celebran manifestaciones de apoyo y solidaridad para con los huelguistas. Residiendo fuera de la península ibérica (pero a la vez en ninguno de los países citados), me veo obligado a quedarme en mi refugio aporreando las teclas con mis dedos de acero, consiguiendo cargarme tres teclados diferentes antes de redactar por completo este profético artículo que cambiará el mundo, e incluso la Historia, y que me parece de lo más sensato y razonable.

Después de años siendo testigo de ideas a cada cual más absurda, pugnas de poder y desaveniencias personales disfrazadas de desacuerdos políticos, actitudes irrespetuosas e inquinas de origen antediluviano maquilladas con el objetivo de mantener la fiesta en paz entre los compañeros más viejos del sindicato, los antiguos amigos que ya no lo son más o la cofradía de turno y que los ingenuos nuevos activistas en su tenaz idealismo pobremente comprenden, la realización continua de concesiones, aquello de "si todos cedemos un poco, ganamos todos" aunque al final lo que se consigue es que no gane nadie (pues como todos han cedido, a ninguno le gusta el resultado), asambleas interminables e infinidad de consideraciones a tener en cuenta al respecto de esa entidad abstracta que llamamos "los demás", por sus conflictos con esa otra tan concretísima que llamamos "yo" (al menos yo lo hago), me llega por ciencia infusa la respuesta a todos los problemas que causaba la inter-relación entre ambos agentes: la Anarquía Sin Tonterías.

Manifiesto Anarquista Sin Tonterías

Propongo una anarquía sin orden ni organización ninguna, donde lo común se gestiona en base a unas simples 5 leyes fundamentales, que se pueden o no acatar pues, para el caso, es lo mismo, y la labor del Anarquista Sin Tonterías es asegurar su cumplimiento:

*Ley de la Propiedad Temporal: Cada individuo defiende sus bienes como buenamente puede de la rapiña ajena. Si no funciona, sus bienes pasan al dominio común de modo temporal. Tarde o temprano, y siguiendo la misma lógica, estos bienes pasan a manos privadas, es decir, de otro individuo.

Nada tiene dueño fijo, y toda posesión está sujeta a la Ley de la Propiedad Temporal. Las comunidades pueden, no obstante, constituir sistemas más complicados para administrar los tesoros privados y colectivos, por ejemplo, mediante la costumbre. Ejemplo: la casa que toda la vida perteneció a la familia de Yoron el Kejica le pertenece por derecho natural. Esta enmienda de la Ley de la Propiedad Temporal es, no obstante, revocable, mediante la Ley del Poder Verdadero, que quedará aclarada a continuación.

*Ley del Poder Verdadero: Todo está permitido siempre y cuando uno pueda justificar sus deseos carismáticamente, es decir, por la fuerza (el código de honor es opcional), u ocultando sus verdaderas intenciones y confundiendo al personal para que acabe haciendo lo que uno mismo quiere sin darse cuenta (aunque esta segunda actitud deshonesta tiene el riesgo de que te cojan y te la líen parda). En casos excepcionales, como la minusvalía, queda la opción de resultar altamente convincente o contratar mercenarios. Este sistema también fomenta las propias capacidades de expresión y argumentación.

Todas las decisiones se toman por consenso y unanimidad, es decir, el que golpee más fuerte o tenga más amigos decide, hasta su derrota, envenenamiento o abdicación voluntaria. Esta ley se basa en el supuesto de que la fuerza bruta es un criterio tan arbitrario como cualquier otro, y sin embargo, no existe ninguno tan obvio. Nuestros investigadores han identificado por fin la causa de la problemática humana: allá donde se empleaba la navaja de Occam era necesario aplicar la espada salvaje de Conan.

*Ley de la Selva: el propio entorno y el medio ambiente se protegen con amor. Los animales se aprecian de todo corazón como nuestros iguales que son, independientemente de si nos los comemos o no. El canibalismo deriva de una consciencia ecológica anti-especista y se recomienda fervientemente su práctica. ¡Pero solo con los enemigos!

*Ley de la Libre Asociación: Las personas se rejuntan por motivos de tipo informal, como el colegueo, aficiones comunes o el puro interés egoísta. A veces también por razones identitarias. El grado de afinidad se crea por sí mismo, manteniéndose a fuerza de diversión y siendo variable, pudiendo ir desde un discreto "Me cae bien este tío" a un "Me lo paso teta con esta peña, compadre".

*Ley de la Venganza: toda ofensa ha de ser restituida elevada por dos (o más, si uno es diestro en matemáticas). Esto asegura la dinamización del cuerpo social, y una interacción óptima entre los miembros que lo conforman.

Estas son algunas de las propuestas de Anarquía Sin Tonterías. Espero que las encontréis de interés y os animéis a poner vuestro granito de arena en esta batalla final contra la miseria generalizada.

Desde aquí ya hemos empezado a luchar, prueba de ello es que nos hayamos decantado por la que, tras sesudos análisis que nos han llevado minutos enteros, hemos juzgado la herramienta definitiva en la guerra contra el binomio Estado-Capital y la civilización en su conjunto: Blogger.

Todos aquellos que se consideren a sí mismos bravos y valientes Anarquistas Sin Tonterías pueden desde ya constituir sus propios grupos de afinidad y empezar a llevar a cabo la Anarquía Sin Tonterías. Por ejemplo, creando de inmediato sus propios blogs.

Gracias a todos por vuestra atención.


Alabado sea el trono sangriento de Crom.